domingo, 26 de marzo de 2017

LA CIENCIA PSICOLOGICA DEL AUTOCONTROL


LO QUE NECESITAS SABER ACERCA DE LA FUERZA DE VOLUNTAD. 



Muchas personas creen que sus vidas podrían mejorar si tuvieran más de esa cualidad esquiva conocida como la fuerza de voluntad. Con una mayor fuerza de voluntad todos comeríamos de manera adecuada, haríamos ejercicio con regularidad, evitaríamos las drogas y el alcohol, ahorraríamos para la jubilación, no dejaríamos las cosas para más tarde y en general alcanzaríamos todo tipo de metas. Tomemos como ejemplo los resultados de la encuesta Stress in América de la Asociación Americana de Psicología (APA, en inglés). La encuesta pregunta, entre otros temas, sobre la capacidad de los participantes para hacer cambios saludables en su estilo de vida.

 Los encuestados frecuentemente responden que la falta de voluntad es su principal motivo para no llevar a cabo estos cambios. En 2011 el 27 por ciento de los participantes respondió que la falta de fuerza de voluntad era la barrera más significativa para no cambiar. Si bien muchos consideran que una fuerza de voluntad deficiente es responsable de sus decisiones imperfectas, está claro que no se han dado por vencidos. La mayoría de los encuestados cree que la fuerza de voluntad es algo que se puede aprender. Y quizás están en lo cierto. 

Estudios recientes sugieren que hay maneras en las que la fuerza de voluntad puede ser efectivamente fortalecida con la práctica. Así mismo, muchos encuestados respondieron que tener más tiempo para sí mismos les ayudaría a sobreponerse a su falta de fuerza de voluntad. Sin embargo la fuerza de voluntad no florece automáticamente cuando se tiene más tiempo. Entonces, ¿cómo resistir cuando se enfrenta una tentación? Recientemente los científicos han hecho descubrimientos convincentes sobre el funcionamiento de la fuerza de voluntad. Este informe explora lo que sabemos actualmente sobre la fuerza de voluntad. 

LO QUE SABEMOS HOY 


La fuerza de voluntad es la capacidad de resistir las tentaciones al corto plazo para cumplir con metas de largo plazo. La falta de fuerza de voluntad no es la única razón por la cual una persona deja de alcanzar sus metas. Roy Baumeister, PhD, investigador en temas de fuerza de voluntad y psicólogo de la universidad del estado de la Florida describe tres componentes necesarios para lograr un objetivo: 



1) Establecer la motivación para hacer el cambio y fijar una meta clara. 
2) Monitorear el comportamiento que lleva a la meta. 
 3) Ejercer la fuerza de voluntad. 



Ya sea la meta perder peso, dejar de fumar, estudiar más o pasar menos tiempo en Facebook, la fuerza de voluntad es un paso crítico para lograr dicha meta. La fuerza de voluntad y las conductas saludables.

 Todos los días tomamos la decisión de resistir impulsos en nuestra búsqueda por una vida más sana y feliz. Puede ser al no servirnos más puré de patatas o arrastrarnos al gimnasio, resistir una segunda ronda de cócteles o la tentación de no asistir a la reunión del lunes por la mañana como sea, nuestra fuerza de voluntad está siendo puesta a prueba de manera casi constante. Una fuerza de voluntad limitada suele ser la más frecuente explicación para el no poder mantener un peso saludable, e investigaciones apoyan esta idea. 

Un estudio de Eli Tsukayama y un grupo de colegas de la universidad de Pensilvania encontró, por ejemplo, que gracias a su capacidad de controlar los impulsos y postergar la satisfacción, los niños con mejor autocontrol eran menos propensos a estar pasados de peso en la transición a la adolescencia. Sin embargo, como se describió anteriormente, resistir estos impulsos puede disminuir nuestra capacidad de resistir la siguiente tentación. Todd Heatherton, PhD, de Dartmouth College y Kathleen Vohs demostraron esto en un estudio en el cual ofrecieron helado a un grupo de estudiantes que estaban haciendo dieta y recién habían visto una película triste. Algunos de los sujetos vieron la película de manera normal, mientras que a otros se les pidió que suprimieran sus reacciones emocionales, un esfuerzo que requería fuerza de voluntad. Los investigadores encontraron que los sujetos que tuvieron que hacer uso de su fuerza de voluntad para reprimir sus sentimientos comieron una cantidad considerablemente superior que aquellos sujetos a los que se les permitió responder emocionalmente a la película. Las personas suelen culpar el “comer emocional”, o sea el comer como escape emocional, en estados de ánimo negativos. Pero Heatherton y Vohs encontraron que los estados de ánimo emocionales de los sujetos no influenciaron la cantidad de helado que comieron. 

En otras palabras, el agotamiento de la fuerza de voluntad fue más importante que el estado de ánimo al determinar por qué los sujetos se dieron gusto. Los motivos por los cuales hacemos dieta también pueden tener algo que ver. Como se describió en la sección previa, Muraven y sus colegas encontraron que las creencias y actitudes de una persona pueden protegerla de los efectos. Evitar la tentación es una táctica efectiva para mantener el autocontrol. En el estudio del marshmallow de Walter Mischel, los niños que miraron a la tentación de frente la resistieron menos que aquellos que cerraron los ojos, miraron para otro lado o se distrajeron de algún otro modo. El principio “ojos que no ven, corazón que no siente” también se aplica a los adultos. Un estudio reciente, por ejemplo, encontró que los trabajadores de oficina que mantenían dulces en un cajón los consumían menos que aquellos que los mantenían a plena vista. Otra táctica útil para mejorar el autocontrol es la técnica que los psicólogos denominan “intención de implementación”. Por lo general estas intenciones toman la forma de proposiciones de tipo “si X entonces Y” en las que las personas planean qué hacer ante situaciones que ciertamente van a menoscabar su determinación. Por ejemplo, alguien midiendo su consumo de alcohol puede decidir antes de una fiesta que, “si alguien me ofrece una bebida, entonces pediré club soda con limón”.

 Las investigaciones entre adolescentes y adultos han encontrado que las intenciones de implementación mejoran el autocontrol, aún entre las personas cuya fuerza de voluntad ha sido disminuida por tareas de laboratorio. Tener un plan establecido con anticipación puede permitirle tomar decisiones en el instante sin tener que aplicar la fuerza de voluntad. 


Las investigaciones que sugieren que tenemos una reserva limitada de fuerza de voluntad plantean una pregunta inquietante: cuándo estamos ante muchas tentaciones, ¿estamos destinados a fracasar? No necesariamente, es la respuesta. Los investigadores no creen que la fuerza de voluntad tenga un punto de agotamiento total. Más bien parece ser que las personas tienen una reserva de fuerza de voluntad, la cual guardan para futuras demandas. La motivación Tener un plan establecido con anticipación puede permitirle tomar decisiones en el instante sin tener que aplicar la fuerza de voluntad.

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